el ingenio (2)
ayer sábado, como ya sabéis, estuvimos de concierto en san pedro. el ingenio es un espacio estupendo para un concierto como el nuestro, y el equipo que hay en escenario permite tocar muy cómodo y con buen sonido, fundamental para que todo salga de la mejor manera posible. por cierto, nos reencontramos con lara (el güachi), que es el técnico de la sala, un antiguo compañero de batallas de hace muchos años. también fue muy bonito ver a tantos amigos por allí (y a los que no eran amigos, también, por supuesto). con los líos de recoger todo, manolo rosales, otro colega del oficio, se encargó de vender nuestros cd's a quienes quisieron comprar alguno después del concierto (gracias, manolo!).
os dejamos una foto del concierto, de la última canción. una vez más del amigo miguelón, al que un día habrá que homenajear como se merece por la labor de documentación que hace (y lleva hecha) sobre el pop de marbella.
después del concierto, nos dió tiempo a ver a los mardi grass en el dublín, con un sonido más rockero y crudo que en su etapa anterior, tela de bueno. incluyendo la nueva 335 de chiqui. al final de la noche, acabamos de karaoke con los colegas de van basten... el duelo estuvo entre julio iglesias y los bravos, pero eso ya lo contaremos otro día ;-)
os dejamos una foto del concierto, de la última canción. una vez más del amigo miguelón, al que un día habrá que homenajear como se merece por la labor de documentación que hace (y lleva hecha) sobre el pop de marbella.
foto: miguel rodríguez
después del concierto, nos dió tiempo a ver a los mardi grass en el dublín, con un sonido más rockero y crudo que en su etapa anterior, tela de bueno. incluyendo la nueva 335 de chiqui. al final de la noche, acabamos de karaoke con los colegas de van basten... el duelo estuvo entre julio iglesias y los bravos, pero eso ya lo contaremos otro día ;-)
Etiquetas: galas
1 Comments:
LOS ELEMENTOS, ELEMENTALES...
En el ingenio de San Pedro.
17 de marzo de 2007.
Éramos los elementales, los precisos, los justos para ver y oir un concierto con la magia y el encanto de un grupo que empieza a cuajar una sorprendente madurez en directo, pese a su escaso tiempo de existencia.
Con una cuidada puesta en escena y una sobriedad minimalista y naif, nos sorprenden con sus cambios de registros, ya sea con un diminuto organo o su flauta casi de juquete.
Para finalizar, tres versiones y su batería cantando en solitario una de la division de la alegría...
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